Tenia pensado escribir un post sobre Andrés Montes, así que lamento aun más su fallecimiento la semana pasada, ya que ese (este) post será un homenaje póstumo en lugar de una lanza a su favor. Preferia defender a Montes en vida, que una vez muerto nadie critica al finado.
Por su estilo, a Montes se le quería o se lo odiaba. Yo era de lo primero, desde aquellas retransmisiones de la NBA en el plus. ¿A que otro crack se le hubiera ocurrido gritar el nombre de su compañero tras una gran jugada? Primero fue "¡¡Segurola!!", después "¡¡Daimiel!!" y últimamente "¡¡Salinas!!" o "¡¡Epi!!".
Creador de un extenso universo de expresiones, motes y aforismos, si el partido era bueno, te lo sabía transmitir con pasión. Y si era malo, sacaba repertorio de temas a caballo entre lo absurdo y la metafísica, donde demostraba que no era uno que gritaba a tontas y a locas.
Dejo aquí un par de vídeos en su memoria. El primero para recordar algunas de sus frases más célebres, aunque me hace más gracia el segundo, donde se puede apreciar su ironia y complicidad con el partener que mejor le ha acompañado.
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